El Guadalajara surge a raíz de la inquietud deportiva de un grupo de jóvenes belgas, franceses y mexicanos de familias
acomodadas. En 1904 un joven belga de nombre Edgar Everaert se instaló en Guadalajara y tuvo su primer empleo en la casa comercial L. Gas y Cía., donde hizo un grupo de amigos entre los que se encontraban Calixto Gas, acaudalado descendiente de franceses, Max Voog, Gregorio Orozco y su hermano Rafael, quien no trabajaba ahí sino en Las Fábricas de Francia.
Evereart había practicado el futbol en el puerto de Brujas, su ciudad natal, y comenzó a motivar a sus compañeros a jugarlo. Así, los convenció de ir a pelotear a los llanos de la colonia Moderna. Un día de 1906, cuando consideró que sus alumnos
estaban listos, les propuso formar un club, al que llamaron Unión. Eran, en pocas palabras, un combinado franco-tapatío dirigido por un belga.
Al momento de escoger uniforme, la mayoría francesa impuso los colores de su bandera: azul, blanco y rojo, pero con la disposición de la camiseta a rayas rojas y blancas del equipo en que había estado Everaert en Europa, el Brujas de la capital de Flandes en Bélgica.
En el primer lote baldío que sirvió para jugar, en la colonia Modelo, se integraron al grupo Augusto y Calixto Teissier, Pedro, Pablo y Juan O'Kelard, Luis Pellat, Julio Bidart, Ernesto Caire, Esteban y Francisco Palomera, Alfonso Cervantes, Ramón Gómez Cruz y Angel Bolumar, casi todos empleados de alguna casa comercial. Cuentan que el primer equipo al que se enfrentaron fue de beisbol, que tenía un poco más de arraigo entre algunos sectores de la población en esa época.
La unión a la que aludía el nombre del equipo no duró mucho tiempo, y en 1909 los mexicanos inconformes con la hegemonía francesa decidieron formar su propio club. El equipo se llamaría Guadalajara y estaría formado únicamente por mexicanos; del antiguo equipo sólo heredaron el uniforme. Instalaron su sede en la casa de doña Nicolasa Sainz, viuda de Orozco, abuela de Gregorio y Rafael Orozco. Otro miembro de la familia, el tío don Sabino Orozco les facilitó el terreno donde pudieron trazar su
primera cancha, conocida como Las Bases Chicas.
Entonces no había un campeonato regular y sólo se pactaban duelos entre oncenas formadas en
su mayoría por seminaristas y estudiantes de colegios particulares, donde la
práctica era obligatoria. En el invierno de ese mismo año, 1909, por iniciativa
del equipo del Centro Atlético Occidental se celebró el primer torneo oficial.
En él participaron, además del Guadalajara, el Exélsior -- formado por
estudiantes de un colegio jesuita -- y el club del Liceo de Guadalajara.
Las camisas eran bordadas a mano por las madres o las novias de los jugadores. La camiseta rojiblanca del Guadalajara empezó a ganarse el respeto de sus rivales desde 1911, cuando el equipo consiguió su primer campeonato. En la sala de trofeos del club se seña que el equipo que obtuvo una copa, en 1913, estaba formado por Salvador Palafox, Enrique Anaya, Manuel y Guillermo Enríquez Simoní , Salvador y Jesús Martín, Rafael Orozco y el capitán Gregorio Orozco. El Guadalajara junto con el Excélsior y el Atlético Occidental, marcaron la pauta para sacar el futbol de las escuelas y cambiar las canchas de cemento de los patrios monacales por los llanos al aire libre.
Rafael Orozco, alteño de pura cepa, que llegaba a jugar con el Guadalajara luego de largas travesías a caballo y en tren, fue nombrado presidente del club de 1908 a 1912. El equipo, quizá premonitoriamente a los patrocinios actuales, jugaba ya en los
campos de la Cervecería Estrella.
La fundación y creación del Guadalajara, aunque rudimentaria, responde a las condiciones de la época y debe ser considerada como una primera infancia del club en pañales de seda, con un campo en plena zona citadina, la participación de gente económicamente pudiente y el encargo directo de balones y reglamentos ingleses a través de los almacenes comerciales más importantes de ese entonces.
Luego se desató la tormenta revolucionaria y no resultaba fácil seguir corriendo en los llanos tras el balón. Durante esos años se formó la base del aguerrido Guadalajara que, en los años veinte, después de encontrar el antídoto que neutralizó el futbol de salón de los señoritos del Atlas, se convirtió en uno de los símbolos del balompié tapatío.
Regresar a Fundación, los inicios
La Casa del Club se estableció en una parte del domicilio de la abuelita de los entusiastas hermanos Orozco, en Vallarta
1325. Se estableció el tema que aglutinó las voluntades de los tapatíos como "Fraternidad, Unión y Deporte".
Don Sabino Orozco, tío de Gregorio y Rafael, facilitó un nuevo terreno en la zona que hoy comprenden las colonias Francesa y Americana. Este terreno llegaría a ser conocido como Las Bases Chicas y fue sede de grandes partidos. En 1913, el
Guadalajara también había jugado en un campo de la Cervecería La Perla. Posteriormente, los rojiblancos peleaban algunos campos en lodazales como el Algodonal o Agua Azul. El campo definitivo del Club se acondicionó en terrenos
que pertenecín a L. Gas y Cía.
Se recuerda especialmente como jugadores y directivos de la época a "Cabeca" Villalvazo, Everardo Espinoza y su hermano
José "El Tata". Ellos participaron, con Angel Bolumar, en el diseño del escudo del club, aún vigente, que privilegia los colores y el escudo de armas de la ciudad, otorgado en la época colonial.
El juego más preciocista de los señoritos del Atlas, basado en rápidas triangulaciones,
habilidad para eludir las cargas y pegándole al balón con el empeine para darle
efecto; quedó de manifiesto en el primer partido que disputaron contra el
Guadalajara. Los atlistas pasearon por el campo a los rojiblancos, que
desconcertados no pudieron oponer resistencia. El resultado fue un estrepitoso
18 a 0. Así nació el Clásico Tapatío.
Los torneos locales se sucedían y el
Guadalajara se tornaba en un cuadro importante, temible para los equipos
escolares y de clubes, con enfrentamientos y rivalidades con escuadras de la
época como Alianza, Victoria, Atlas, Marte, Morelos, Latino, Oro, Colón, o el
nuevo Unión. Los hermanos Prieto marcaron esta época con sus hazañas
fubolísticas y su idiosincracia. Gerónimo fue un buen jugador y, cuando no pudo
seguir jugando, formó el Colegio de Arbitros; Tacho fue un buen mediocampista,
con excelente tiro de media distancia y Fausto, el portero que debutó a los 14
años y que llegó a ser invitado a incorporarse al famoso Necaxa de los "Once
hermanos".
A mediados de 1921, el gobierno del general Alvaro Obregón se dispuso a festejar el Centenario
de la consumación de la Independencia. Uno de los organizadores era el escritor
e inquieto periodista Martín Luis Guzmán, quien tuvo la idea de incluir en el
programa de las fiestas un torneo de balompié en el que participaran equipos de
todo el país.
Se trataba de realizar el primer Campeonato Nacional de
Foot-Ball, que tendría como sede la ciudad de México. Para organizarlo se valió
de los contactos de dos cronistas deportivos, Adolfo Frías Beltrán y Antonio
Urías, mejor conocidos en el ambiente periodístico como "Mr. Kick" y "Kanta
Klaro", respectivamente.
Ambos viajaron a la capital tapatía para asegurar la participación del Atlas y del Guadalajara, los dos mejores clubes de
aquellas tierras; después a Veracruz, donde lograron comprometer al ADO de
Orizaba, al Iberia de Córdoba, y del puerto jarocho a un extraño combinado
formado por jugadores de dos cuadros que eran acérrimos rivales: los azules del
Club España y los rojos del Sporting. La representación foránea, completada con
el legendario Pachuca, enfrentaría a los más destacados cuadros capitalinos:
España, Asturias, América, México, L'Amicale Francaise y Germania.
Entre los aficionados capitalinos despertó gran expectación la oportunidad de ver reunidos
a equipos de todas las ciudades que conformaban el mapa futbolístico del país.
El torneo se jugó a eliminatoria directa y disputaron la final el Club Asturias
y el Club España, rivales por tradición, terminando campeón el Real Club España.
El Guadalajara fue eliminado en la primera ronda por el Amicale y el Atlas
después de vencer al Luz y Fuerza (Necaxa) y al Veracruz, fue eliminado por el
España en la tercer ronda.
En la década de los veinte, el futbol invadió por completo la Perla de Occidente. El
Club Guadalajara se puso al frente con un equipo en el que sobresalían los
hermanos Prieto, "Chompas" Huerta,
"Chato" Aceves e Higinio Huerta, entre otros. Con ellos el club ya no dependía únicamente de la
garra y el coraje que lo habían caracterizado: ahora tenían un buen juego de
conjunto y una destreza técnica adquiridos gracias a las enseñanzas de José
"Tata" Espinoza.
Pero no es sólo la época de los rojiblancos, sino también de los cuadros de extracción
netamente popular, como el Standard y el Colón, cuyo origen se remonta a los
años de la guerra revolucionaria. Del Standard nació el Nacional, que en 1922
fue admitido en el torneo de Primera Fuerza luego de haber goleado al
Guadalajara, entonces campeón de esa categoría. De camiseta verdiblanca, los
nacionalistas tenían debilidad por el juego de primera intención y siempre
intentaban las más difíciles combinaciones.
Entre aquellos verdaderos malabaristas estaban "La Venada" Alatorre, Lorenzo "La Yegua" Camarena, "Titlas" Valencia y
"El Moco" Hilario, quienes años más tarde irían a buscar suerte en los equipos
de la capital. En 1925 un grupo de joyeros del barrio de Oblatos logró que el
futbol brillara cuando le dieron forma al Club Deportivo Oro. Para entonces la
liga tapatía estaba llena de talento, pues competían Guadalajara, Nacional,
Atlas, Latino, Colón, Oriente y Marte. Al Oro le llevó algunas temporadas
colocarse al nivel de sus oponentes, pero mientras tanto -- con gran sentido
visionario -- empezó la construcción del parque de Oblatos, que pronto habría de
convertirse en el corazón del balompié tapatío, hasta la edificación del Estadio
Jalisco, en 1960.
En 1922 terminó el reinado atlista e inició el del Guadalajara. En ese momento el
presidente del cuadro rojiblanco era José "Tata" Espinoza. También llegaron al
Guadalajara para ser ídolos Ignacio el "Calavera" Avila, de Jerez, Zacatecas y
el "Poeta" local, Tomás Lozano.
El orgullo de los tapatíos por su futbol les permitió formar una Selección Jalisco, que como caravana artística recorría
la República dando exhibiciones de sus habilidades con el balón. A la ciudad de
México viajaron en 1926, 1928 y 1930. Pero su presunción les salió cara, porque
varios clubes capitalinos, escasos de talento, se quedaron con las máximas
figuras de su elenco. El general Aguirre convenció a casi la mitad de los
jugadores de la Selección Jalisco de mudarse a la capital para jugar con el
Marte.
Gracias a "La Venada" Alatorre, Ignacio "El Calavera" Avila, Tomás "El Poeta" Lozano, Lorenzo "La Yegua" Camarena, "El
Patarato" Hernández y "El Moco" Hilario López, la influencia del estilo tapatío
en el futbol de la ciudad de México se hace más evidente.
En la temporada de 1929 el Marte sólo sufrió una derrota y se llevó el título de
campeón. Después los jugadores tapatíos decidieron aceptar una oferta que les
hizo el Necaxa para incorporarse a sus filas.
De ahí en adelante el Marte fue en picada y el Necaxa comenzó a sentar las bases del cuadro que lo haría famoso en los años
treinta. En aquel conjunto reinaba la camaradería. Por esta razón, y por la
manera en que los jugadores se entendían dentro de la cancha, se les llamó "Los
once hermanos": "Pipiolo" Estrada; Camarena y Azpiri; "El Perro" Ortega, "El
Calavera" Avila y Marcial Ortíz; Vicente "El Chamaco" García, Tomás "El Poeta"
Lozano, Hilario "El Moco" López, el peruano Lórez y Luis "Pichojos" Pérez.
En 1935, la oncena hizo las veces de selección mexicana durante los Centroamericanos celebrados en El Salvador; el
equipo salió triunfante en todos los encuentros, lo que le valió al futbol de
México su primer título internacional. Al término de este torneo, el Necaxa
recibió con toda justicia el nombre de "Campeonísimo": en un solo año había
conquistado el título de Liga, la Copa México y el campeonato Centroamericano.
Algo debía pasar en Guadalajara que explicara la proliferación de futbolistas tan talentosos, comentaba un
periodista capitalino allá por 1930. Su toque, educado y con ritmo más pausado
tenía sabor a provincia. Los equipos de la ciudad de México descubrieron una
cantera casi inagotable en los campos de la capital jalisciense. A Ignacio "El
Calavera" Avila, la prensa de la ciudad de México acabó procramándolo el mejor
medio centro nacional, y debido al "misticismo" con que tocaba el balón un
extasiado cronista lo llamó "El Sacerdote del Futbol".
Otra de esas figuras fue Luis "Pichojos" Pérez, gran bailarín de tango y endiablado extremo izquierdo que corría pegado a
la línea, centraba como ninguno y disparaba a gol con fuerza y precisión raras
para su época. Jugadores del Guadalajara, como Fausto Prieto, también sufrieron
el asedio de los cazadores de talento capitalinos. Fausto Prieto fue uno de los
jugadores más versátiles en la historia del balompié nacional: en 1933, la
afición lo eligió como el mejor portero de Jalisco y siete años después, en
1940, fue considerado el mejor delantero de la temporada.
Regresar a La Epoca Amateur II
El Guadalajara ganó 13 títulos en la época amateur, desarrollando individualidades que se acentuarían con el tiempo. Se
habla de que el final de la época amateur es la de producción de mejores
futbolistas en el estado de Jalisco. Incluso se menciona que los primeros juegos
internacionales de un equipo mexicano fueron del Guadalajara, ante el Amicale de
Francia y el Colo-Colo chileno.
En 1933, una combinación de jugadores del Nacional y Guadalajara recibió al Audax de Chile, que se ostentaba como campeón
sudamericano. El resultado fue 2-2 y, a falta de desempate, la copa en disputa
se partió a la mitad. Los representantes del Guadalajara en el partido fueron:
Piz Salcido, "Poeta" Lozano, "Pato" Ortega y el capitán Fausto Quirarte.
Hacía 1933 había dos ligas importantes en el país: La Liga Mayor en el DF y la Liga
Jalisco, afiliada a la Federación Jalisciense de Aficionados y en la que
participaban nueve equipos. Estos se agrupaban a su vez en dos categorías: en la
"A" competían Atlas, Guadalajara, Latino, Nacional y Marte, mientras que en la
"B" jugaban Oro, Colón, Oriente e Imperio.
En 1934 se promovieron los llamados Campeonatos Nacionales, con la participación de selecciones de provincia, y que
sirvieron para mostrar los avances futbolísticos en lugares con menores recursos
que la capital. El auge futbolero en la provincia fomentó la creación de las
Federaciones Estatales, que se multiplicaron aun en estados sin gran tradición,
como Sonora, Nayarit, Yucatán y Sinaloa. En 1937, un conjunto de provincia probó
suerte por primera vez en el ámbito internacional: la Selección Jalisco organizó
una gira a Colombia, donde jugó una serie de partidos contra equipos de
Argentina, Panamá, Colombia, Ecuador, Cuba, Venezuela y Perú.
La importancia creciente del futbol de Jalisco motivó que la Liga Mayor del DF invitara a la federación tapatía a
participar dentro del torneo que tradicionalmente se realizaba con equipos
locales, y al que también se sumó el Moctezuma de Orizaba. El primer partido de
la Selección Jalisco dentro de la Liga Mayor se llevó a cabo el 11 de agosto de
1940; y en 1941, era la máxima atracción de taquilla del futbol nacional.
Jugadores como Villavicencio, "El Pelón" Gutiérrez, "Pirracas" Castellanos,
Rodrigo Ruiz, "Tilo" García, "Pablotas" González, Max Prieto, Luis Reyes y "El
Cosas" López eran ídolos entre la afición capitalina. Pero en 1942 el conjunto
cedió su sitio en el torneo a dos equipos de gran tradición: el Guadalajara y el
Atlas.
La favorable reacción del público ante la
presencia del futbol jalisciense llevó a la liga a una apertura entusiasta. Así,
ingresaron al torneo, además de los equipos mencionados, el ADO, el Veracruz, el
León y el San Sebastián (ambos de Guanajuato), el Puebla, el Monterrey, el
Tampico y otro equipo de Jalisco: el Oro. La Liga Mayor llegó a contar a
mediados de los años cuarenta con 16 conjuntos, cinco de la capital y 11
foráneos. El futbol mexicano cobró un carácter verdaderamente nacional.
Regresar a La Epoca Amateur III
La Liga Mayor otorgó la razón a la directiva americanista y prohibió a los equipos aceptar el
servicio de los insurrectos. Los jugadores del América, se afirmó, "han
quebrantado aquella vieja tradición del amor y el cariño a la camiseta... y se
han puesto en un plan francamente mercantilista". Los sublevados regresaron al
cuadro crema en las mismas condiciones desventajosas.
Con la inflación de jugadores extranjeros en los años cuarenta, se revivió la polémica entre amateurismo y profesionalismo.
En 1942, César Martino, presidente del América, propuso durante una reunión de
la liga que el futbol se rigiera por las reglas del profesionalismo, lo cual,
aseguraba, daría al balompié nacional un mayor sentido de responsabilidad y una
mayor calidad.
El 7 de abril de 1943, por mayoría de votos, la liga se manifestó a favor de profesionalizar
el futbol. Diez días más tarde, el Necaxa anunció su retiro inconforme con la
decisión. El 30 de mayo de 1943, con la participación de diez equipos (América,
Asturias, España, Atlante, Marte, Moctezuma, ADO, Guadalajara, Atlas y
Veracruz), arrancó el Torneo de Copa. El futbol mexicano ingresaba abiertamente
a la etapa profesional.
El Guadalajara ingresa a la Liga Mayor en 1943. Sus jugadores, con los del Atlas, habían
formado la Selección Jalisco que había tenido buena actuación en el campeonato
del D.F. En el equipo rojiblanco aparecieron figuras como
"Pelón" Gutiérrez, "Jorobado" Navarro, "Chato" Hidalgo y "Rafles" Orozco que defendían con garra. Entre los más pintorescos estaba el "Zurdo" Rivera y se iniciaba Javier de la Torre. Era la época en que el Guadalajara se
convirtió en el "Ya Merito" y en la que empezaron a aparecer los futuros
estrellas del que sería el Campeonísimo. Veteranos de calidad como Chucho Ponce
y Tomás Balcazar arroparon a los jóvenes Sepúlveda y Salvador Reyes.
Surge también el mote de Chivas, precisamente por una jugada de Javier de la Torre que fue
reprobada por la tribuna. El apodo se tomó ofensivamente al principio pero luego
se tuvo un arraigo y un cariño popular hasta hoy no superado.
El Campeonísimo
El mejor equipo mexicano de la historia fue el Guadalajara de finales de los años 50 y de los 60. Obtuvo siete campeonatos en nueve temporadas y ganó todo lo que disputó. Las ahora orgullosas Chivas Rayadas se fueron gestando bajo la dirección técnica del húngaro Jorge Orth, que sentó las bases disciplinarias para que los jóvenes tapatíos fueran verdaderos profesionales. Siguieron las enseñanzas con el argentino José María Casullo y los frutos se iniciaron con el campeonato obtenido bajo el mando del uruguayo Donaldo Ross, que eliminó los complejos de la época del "Ya Merito". El húngaro Arpad Fekete hizo valorar los esquemas tácticos y obtuvo un par de títulos con las Chivas y el clímax llegó con Javier de la Torre, aquel primer chiva, que dirigió al Guadalajara a lograr otros cinco campeonatos.
Como anécdota personal, según me cuenta mi papá, se decía que el Campeonísimo Guadalajara jugaba tan bien y los jugadores se conocían tanto, que los técnicos ni indicaciones les daban, sólo que salieran a jugar.
Estos son los veteranos del Guadalajara, algunos de ellos
formaron aquel "Campeonísimo", los que en efecto sí eran
"Superchivas".
Datos obtenidos del artículo "El Campeonísimo Guadalajara
sigue en pie";
Por Jesús López Barrio; Tarjeta Roja; Agosto 5, 1992.
Nota: Todavía me faltan varios, pero trataré de incluir a todos lo más pronto posible.
Los veteranos del Guadalajara en el '92.
Como varios futbolistas veteranos, los del Guadalajara se siguen reuniendo a
jugar y a recordar viejos tiempos. Sus partidos son contra distintos equipos de
las muchas ligas que hay en Guadalajara y fuera de ahí.
Al ver al equipo rival de los veteranos con juventud y bríos y comparar con los viejitos,
canosos, algunos lentos y pasados de peso y de años, creí que iba a ser un juego muy disparejo. Juan Jasso se veía un tanto lesionado y su correr era casi un andar lastimero, y otros no parecían ni la sombra de lo que fueron.
Antes de empezar el juego, los veteranos seguían saludándose y platicando con toda calma
mientras los otros estiraban, calentaban, tocaban el balón.
Casi me da pena la inminente masacre, y no quería verla, pero la curiosidad de ver a
Chava Reyes, Jara, Jasso, Sabás Ponce, Jamaicón Villegas, el Tubo Gómez,
Crescencio Gutiérrez, Carlos Calderón y otros me hizo permanecer entre los
escasos siete aficionados.
En realidad fue una masacre. El partido terminó 5
a 0, pero todos los goles los metieron los veteranos. Más bien un solo veterano:
Carlos Calderón, que se conserva casi con su mismo peso que cuando era
profesional, metió todos los goles del encuentro. Aunque el mérito fue de todos,
ya que los pases que le ponían y las jugadas que fabricaban eran dignas de más
espectadores. Y les salió barato a los contrincantes de los veteranos, porque
otro tiro del Cuate Calderón se estrelló en el marco y otro de Salvador Reyes se
lo encontró el portero y lo desvió de milagro.
Fue un deleite ver el toque de
balón que conservan los viejitos. Los jóvenes oponentes corrían y corrían en
vano, porque los señores del colmillo los traían mareados sin moverse
mucho.
Una vez Chava Reyes traía la pelota y, antes de dar el pase, dijo: "Cuate", y como por arte de magia se encontraba Carlos Calderón a punto de hacer un gol por un pase magistral. Así estuvieron
los demás. Sin moverse mucho, pero su juego efectivo fue a base de toque de
balón. Ya la tenía Jasso, en una parte lateral de la cancha, cuando de pronto la
manejaba Sabás Ponce en la media cancha y luego aparecía el Jamaicón en otra
parte, recibiendo la bola, pero sólo para dársela a Jara.
El que no hubiera sudado nada si no se pone de delantero un medio tiempo, fue el Tubo
Gómez, porque a la portería casi no llegaban los tiros.
Al ver estas maravillas, recordé varias cosas que se cuentan del Campeonísimo. En efecto, aquí estaban las glorias de Guadalajara de otro tiempo y también de México, ya que llegó a haber diez elementos de las Chivas en la Selección Nacional.
Fotos:
Derecha, arriba: Los Veteranos en Activo.
Izquierda,
abajo: El Tigre Sepúlveda.
Derecha, abajo: El Cura Chaires.
Por Jesús José López Barrio
Tarjeta Roja (Futbol de Domingo a
Domingo)
Agosto 5 de 1992, pp.28 y 29.
Para los logros de las Chivas, la época posterior a la del Campeonísimo debe ser considerada mala, ya que terminó la generación de astros y la supremacía estratégica del Guadalajara. Debido al soporte publicitario ya armado alrededor del equipo de los Colomos, la presión malogró las cualidades de algunos jugadores. También se debió recurrir a elementos que no pertenecían al club y no sentían el mismo fervor por los colores rojiblancos. Siguieron apareciendo figuras individuales como el "Pititos" Torres o Aurelio Hernández, otros marcados por una fatalidad lastimera
como Octavio Muciño, Jaime López o Pepe Martínez y veteranos como el "Coco" Rodríguez y el "Cuate" Calderón.
El Guadalajara tuvo una época difícil, en media tabla, lo que no va de acuerdo con su historial. Tuvieron que pasar 17
años para que el Chiverío volviera al campeonato con una generación y un técnico
totalmente distintos. El campeonato de 1987 sirvió, para probar que el cariño
popular seguía con el Guadalajara y que el aficionado merecía que su equipo
siguiera en la cima.
La crisis económica y futbolística que afectó al país obligó a pensar en opciones para
sanear la economía del Guadalajara y regresarlo a los primeros planos. Se rentó
entonces el equipo a un grupo de empresarios exitosos identificados con la
tradición Chiva. El plazo convenido fue de diez años.
La Promotora Deportiva Guadalajara se fijó metas inmediatas y espectaculares. La contratación de
grandes estrellas mexicanas permite al equipo recobrar el orgullo en sus
individualidades y la confianza en la dirección técnica. La nueva directiva ha
invertido más que ninguna en los últimos años. Los frutos comercialez ya se
empiezan a notar, pero los deportivos aún no se presentan. Comenzaron con
Alberto Guerra, excelente entrenador con quien consiguieron el título en 1987,
siguieron con Ardiles y Benhacker; y ahora con el "Tuca" Ferreti, quien fuera
campeón como jugador con Pumas y con quien se logró lo tan ansiado durante 10
años: Otro Campeonato, El Décimo..
Las diez estrellas que rodean al escudo del equipo Guadalajara, simbolizan los campeonatos de liga obtenidos por las "Chivas" en la Primera División del Futbol Profesional Mexicano a partir de 1943. A ellos habrá que añadirles los 13 campeonatos obtenidos en la Epoca del Futbol Amateur, los Campeonatos de Copa, los Campeón de Campeones y otros Campeonatos en Torneos Internacionales.
Siete de los campeonatos en la era profesional fueron logrados en un lapso de nueve años, lo que dió origen al nombre de Campeonísimo. El juego final, o el que aportó los puntos necesarios para asegurar el campeonato, tuvo una especial relevancia en cada temporada; aquí se presenta la alineación del Guadalajara en cada partido en que obtuvieron un título.
Se obtuvo el 3 de enero
de 1957, cuando el Guadalajara venció al Irapuato por 1-0, con gol de Salvador
Reyes en tiempo de compensación.
- Jaime "Tubo" Gómez
- Pedro Nuño
-
Guillermo "Tigre" Sepúlveda
- José "Jamaicón" Villegas
- Juan "Bigotón"
Jasso
- Pancho Flores
- Isidoro "Chololo" Díaz
- Salvador Reyes
-
Crescencio "Mellone" Gutiérrez
- Sabás Ponce
- Raúl "Pina" Arellano
La
primera corona les valió, incluso una felicitación papal por telegrama. Una
copia ampliada se exhibe en la sala de trofeos del Club Guadalajara.
El 8 de enero de 1959
las Chivas golearon 4-0 al Atlante para asegurar el campeonato. Los goles fueron
de la "Pina" Arellano, dos de Salvador Reyes y otro de Jasso.
- Jaime "Tubo"
Gómez
- Narciso "Chicho" López
- Pedro Nuño
- José "Jamaicón"
Villegas
- Juan "Bigotón" Jasso
- José "Chivo" Cázares
- Isidoro
"Chololo" Díaz
- Salvador Reyes
- Héctor Hernández
- Sabás Ponce
-
Raúl "Pina" Arellano
Fue el primer campeonato logrado bajo el mando de Arpad
Fekete.
El 27 de diciembre de
1959, un par de fechas antes de concluir el torneo, el Guadalajara aseguró el
título con un triunfo ante el Necaxa por 3-2. Los anotadores chivas fueron
Hector Hernández, Sabás Ponce y "Chololo" Díaz.
- Jaime "Tubo" Gómez
-
Narciso "Chicho" López
- Guillermo "Tigre" Sepúlveda
- José "Jamaicón"
Villegas
- Juan "Bigotón" Jasso
- José "Chivo" Cázares
- Isidoro
"Chololo" Díaz
- Salvador Reyes
- Héctor Hernández
- Sabás Ponce
-
Raúl "Pina" Arellano
Al finalizar la temporada se inauguró el estadio
Jalisco, con un torneo en que participaron Guadalajara, Atlas, Oro, Sao Paulo y
San Lorenzo de Almagro.
Nuevamente se aseguró el
título aún con tres fechas por disputarse. El 22 de diciembre de 1960, el
Guadalajara venció 3-2 al Toluca, con goles de Salvador Reyes, "Mellone"
Gutiérrez y autogol de Romero.
- Jaime "Tubo" Gómez
- Arturo "Cura"
Chaires
- Guillermo "Tigre" Sepúlveda
- José "Jamaicón" Villegas
-
Javier Valle
- Pancho Flores
- Isidoro "Chololo" Díaz
- Salvador
Reyes
- Crescencio "Mellone" Gutiérrez
- Sabás Ponce
- Francisco
Jara
Se iniciaba la era de Javier de la Torre como técnico y se recibía la
Copa Challenger.
En pleno 24 de diciembre
de 1961, tres fechas antes de concluir el torneo, las Chivas aseguraron el
título con otro triunfo ante Toluca, esta vez por 1-0, con gol de Sabás
Ponce.
- Jaime "Tubo" Gómez
- Arturo "Cura" Chaires
- Ignacio
Sevilla
- José "Jamaicón" Villegas
- Juan "Bigotón" Jasso
- Javier
Valle
- Isidoro "Chololo" Díaz
- Salvador Reyes
- Javier "Cabo"
Valdivia
- Sabás Ponce
- Raúl "Pina" Arellano
Unico campeonato de
Chivas obtenido o asegurado fuera de Guadalajara.
El domingo 29 de diciembre
de 1963, una fecha antes de concluir la campaña, las Chivas derrotaron 2-0 al
Nacional y aseguraron su sexta corona. Los goles fueron anotados por Salvador
Reyes y Francisco Jara.
- Ignacio "Cuate" Calderón
- Arturo "Cura"
Chaires
- Guillermo "Tigre" Sepúlveda
- José "Jamaicón" Villegas
- Juan
"Bigotón" Jasso
- Agustín Moreno
- Javier Barba
- Salvador Reyes
-
Hector Hernández
- Isidoro "Chololo" Díaz
- Francisco Jara
Luego de una
breve interrupción, las Chivas regresaban a la cima.
Nuevamente ante el
Nacional, aunque ahora con empate a un gol, el Guadalajara aseguraba el título
de la campaña de 1964-65. El gol fue de Isidoro Díaz.
- Gilberto "Coco"
Rodríguez
- Arturo "Cura" Chaires
- Guillermo "Tigre" Sepúlveda
- José
"Jamaicón" Villegas
- Juan "Bigotón" Jasso
- Agustín Moreno
- Javier
Barba
- Salvador Reyes
- Hector Hernández
- Isidoro "Chololo" Díaz
-
Francisco Jara
El cabalístico 7 representó el ocaso del Campeonísimo y el fin
de una brillante generación.
El 17 de diciembre d
1969, en la penúltima fecha del campeonato, el Guadalajara aseguró el título al
vencer 1-0 al Atlante, con gol de Alberto Onofre
- Ignacio "Cuate"
Calderón
- Arturo "Gallo" Jáuregui
- Gregorio Villalobos
- Jaime
López
- Jose "Jamaicón" Villegas
- Alberto Onofre
- Sabás Ponce
-
Carlos "Cuate" Calderón
- Javier "Cabo" Valdivia
- Francisco Jara
-
Salvador Espinoza
(En cambios entraron: Pedro Herrada por Carlos Calderón y
Willie Gómez por Espinoza).
Ponce y Villegas implementaban una marca de ser
campeones del futbol mexicano en ocho ocasiones. El ingeniero De la Torre
demostró que también pudo ganar un título sin dirigir al Campeonísimo
El 7 de junio de 1987, ya con la modalidad de liguilla final, el Guadalajara vence 3-0 al Cruz
Azul, remontando un primer marcador adverso de 1-2 en el estadio Azteca. Los
anotadores en el juego final fueron Fernando Quirarte y Eduardo "Yayo" De la
Torre (2).
- Javier "Zully" Ledezma
- Sergio Lugo
- Fernando
Quirarte
- Demetrio Madero
- José "Pelón" Gutiérrez
- Guillermo "Wendy"
Mendizábal
- José Manuel "Chepo" De la Torre
- Omar Arellano
- Jose
"Concho" Rodríguez
- Eduardo "Yayo" De la Torre
- Luis Alberto "Cadaver"
Valdez
(Cambios: Manuel "Pituco" López por Mendizábal y Alejandro Guerrero
por Valdez)
El Director Técnico fue Alberto Guerra.
El 1 de junio de 1997, el Guadalajara vence 6-1 al equipo Toros de
Neza, después de haber igualado como visitante en el Neza '86 con marcador de
1-1. Los anotadores por Chivas fueron Manuel Martínez en el juego de ida, y en
el de vuelta Gustavo Nápoles (4), Manuel Martínez y Paulo Cesar "Tilón"
Chávez.
- Martín "Pulpo" Zúñiga
- Noé Zárate
- Claudio Suárez
- Joel
"Tiburón" Sánchez
- Camilo Romero
- Ramón Ramírez
- Alberto Coyote
-
Paulo César "Tilón" Chávez
- Manuel "Matador" Martínez
- Ignacio
Vázquez
- Gustavo "Gusano" Nápoles
(Cambios: Guillermo "Campeón" Hernández
por Manuel Martínez, Missael Espinoza por Ramón Ramírez y Felipe de Jesús Robles
por Ignacio Vázquez).
El Director Técnico: Ricardo "Tuca" Ferreti.
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